HORNO POZO (2)
en: PIT FIRING (2)
ca: FORN POU (2)
Hace miles de años que comenzó la cocción de la arcilla. Al principio, las piezas se dejaban secar al sol, pero los humanos primitivos se dieron cuenta de que cuanto más calientes estaban más fuerte de hacia la arcilla, por lo que se empezó a usar fogatas.
El primero fue la evolución fuego en un hoyo, es uno de los métodos más antiguos. Los pozos están situados en el suelo, que puede ser una formación natural o excavados a mano.
Platos y ollas se prepararon con arcilla y se deja secar, cuando está en dureza de cuero, se pueden bruñir y decorar con óxidos. Cuando están completamente secas se ponen en el horno para cocer.
Cada pieza se llena y rodea completamente de un material combustible, tales como aserrín, hojas, sales, virutas o teas de madera. Cuando el pozo está lleno, se enciende el combustible, por arriba o por abajo como muestra las fotos, hasta que esté totalmente consumido. Es una combustión lenta, de 24 a 48 horas si es un pozo pequeño, llega a una temperatura aproximada de unos 900 ºC.
Cuando se enfría las piezas se retiran y se limpian con agua. Tendrán diferentes colores y tonalidades en función de los materiales que se utilizan en la quema. También se pueden hacer con tambores metálicos perforados, el resultado de la cocción es la misma.
Durante años se utilizo el mismo método, Después se construyeron hornos de leña con estructura de ladrillos y hierro, que se instalaban fuera de los talleres, así fue evolucionando las cocciones, temperaturas, colores, etc.
A continuación se escribe una parte de la experiencia de cocer con hornos primitivos con fotos. Son del ceramista Fernando Malo: http://www.fernandomalo.com
“Desde Cerámica Activa, empezamos a volver a hacer piezas de nuevo jugando con la arcilla y la cerámica. Tuvimos una exposición hace 33 años con Ángeles Casas muestras piezas que salieron de nuestro horno, era un agujero en el suelo y cocido con serrín. Hoy lo hemos bautizado “Horno pozo.
Buscando métodos sencillos, utilizando los mínimos recursos y dejando de lado los métodos normales de cocción piezas como en un taller de cerámica, empezamos a construir un horno con la misma tierra que hacíamos las piezas. Hicimos un pequeño agujero en la tierra, sacamos la tierra, la amasamos, hicimos las formas y se las devolvimos a su lugar de origen pero con serrín fino, el calor, la temperatura y la transformación mágica de la arcilla, el aumento de la fuerza, color y sonido de la obra cocida.